¿Cuales serán los riesgos de la cuarta revolución industrial?
“Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes”, vaticina Klaus Schwab, autor del libro “La cuarta revolución industrial".
La cuarta revolución trae consigo una tendencia a la automatización total de la manufactura, aparecen las redes neuronales, robots y aplicaciones de inteligencia artificial. La toma de decisiones se hace en ambientes donde coexisten maquinas cognitivas y personas y habrá procesos enteramente gestionados por máquinas.
A diferencia de lo que ocurre con los robots convencionales, para los cuales, la normativa de la Unión Europea obliga a dotar a todo el área de alcance del robot industrial, de un perímetro de seguridad suficientemente dimensionado que evite el acceso del trabajador al robot cuando esté en operación, en el caso de los robots colaborativos su aportación está justamente en lo contrario: trabajan codo a codo con el trabajador. Sin embargo, si los consideramos como equipo de trabajo, habrá que plantearse si todos los requisitos del RD 1215/1997 tienen sentido en un robot colaborativo. “Dotar de resguardos o dispositivos que impidan el acceso a las zonas peligrosas (normalmente entendidas como aquellas en las que el robot pueda tener movimiento) o que detengan las maniobras peligrosas antes del acceso a dichas zonas” o “La puesta en marcha de un equipo de trabajo solamente se podrá efectuar mediante una acción voluntaria sobre un órgano de accionamiento previsto a tal efecto” tendrán seguramente que replantearse en el escenario 4.0.
Desde el punto de vista psicosocial no hará falta esperar demasiado para presenciar los efectos que la incertidumbre del futuro escenario laboral dominado por la inteligencia artificial puede generar. La convivencia profesional con los robots llevará a la desaparición de empleos por causas tecnológicas. Se estima que la cuarta revolución podría acabar con cinco millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.
Fuente.: FULL AUDIT/ noviembre 7, 2016 Equipo Full Audit